Si te desenvuelves en el área de diseño o ejecución de proyectos es muy probable que hayas oído hablar de este tema. Pero, ¿qué es realmente la gestión ágil de proyectos? Hoy hablaremos sobre este enfoque a detalle y descubriremos por qué es tan importante implementarlo en tu empresa.
¿Qué es la gestión ágil de proyectos?
La gestión ágil de proyectos (o Agile Project Management, en inglés) es un conjunto de metodologías para el desarrollo de proyectos que precisan de una especial rapidez y flexibilidad en su proceso.
Se divide en ciclos más pequeños llamados “sprints” o iteraciones, que se ejecutan en sesiones desde unos pocos días hasta algunas semanas y abarcan desde la fase de diseño inicial hasta las pruebas y el aseguramiento de la calidad del proyecto.
Esta metodología agile de proyectos permite a los equipos o áreas trabajar de manera más eficiente, pues da la posibilidad de corregir fallas rápidamente y reducir la posibilidad de fallas a gran escala, ya que hay una mejora continua a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
¿Por qué trabajar con la metodología ágil de proyectos?
El principal beneficio de trabajar con esta metodología es su capacidad para responder a los problemas que surgen a lo largo del curso del proyecto. Recuerda que hacer un cambio necesario en un proyecto en el momento adecuado puede ahorrar recursos y ayudar a entregar un proyecto exitoso a tiempo y dentro del presupuesto.
Además, esta gestión ágil de proyectos permite un uso eficiente de los recursos, ya que la colaboración entre los equipos hace que se detecten más rápido los problemas con distintos testeos y pruebas, lo que a su vez permite que se obtengan soluciones de forma más eficiente.
¿Cómo funciona la gestión ágil de proyectos?
Existen cinco fases principales para que esta metodología sea exitosa:
1. Visualización
Esta es la fase de conceptualización del proyecto y es aquí también cuando se identifica quiénes van a trabajar en él y las necesidades de los clientes finales.
2. Hipótesis
En esta fase, los equipos trabajarán juntos para generar una lista de características del producto final, para luego identificar las hipótesis relacionadas con el mismo.
3. Investigación
En esta fase, los equipos explorarán alternativas para cumplir con los requisitos del proyecto. Por ello deben investigar sobre medios que les permitan llegar de manera más eficaz al resultado final antes de pasar a la siguiente etapa.
4. Adaptación
Los resultados entregados se revisan y los equipos se adaptan según sea necesario. Esta fase se centra en los cambios o correcciones que se producen en función de las perspectivas del cliente y del equipo. Se debe proporcionar retroalimentación constantemente, para que cada parte del proyecto cumpla con los requisitos del usuario final.
5. Resultados
El proyecto final se compara con los requisitos actualizados y los errores o problemas encontrados dentro del proceso deben revisarse para evitar problemas similares en el futuro.