Liderazgo femenino en América Latina: educación, tecnología y el papel de las organizaciones

Empoderamiento femenino: Educación, liderazgo y tecnología con la Dra. María Teresa Bistué

Junto a la Doctora María Teresa Bistué, experta en liderazgo femenino y referente en el ámbito educativo por su larga trayectoria, exploramos el poder transformador de la educación en la promoción de una sociedad más equitativa, los desafíos del liderazgo femenino en América Latina, y el papel crucial de las mujeres en la revolución tecnológica. 

Además, analizamos perspectivas valiosas sobre cómo superar barreras internas y externas para el empoderamiento femenino y el rol de instituciones como ADEN en la formación de una nueva generación de líderes. A través de su visión, entendemos la importancia de la educación continua, la adaptabilidad y la inclusión en la construcción de un futuro más diverso e igualitario.

¿Qué rol juega la educación en la construcción de una sociedad más igualitaria e inclusiva?

La educación es la herramienta clave de superación, de todas las personas, hombres y mujeres. Es el trampolín para el éxito y la felicidad. La mejor inversión que podemos hacer es invertir en nuestro cerebro, en nuestra formación y capacitación.  

La educación tiene múltiples ventajas. La primera es la posibilidad de crecimiento e inclusión. Con educación podemos salir adelante, ya que nos va nutriendo de competencias, habilidades y conocimiento básicos para poder operar en esta realidad que ya no es tan analógica y es mucho más digital. Por lo tanto, necesitamos competencias digitales incorporadas de manera permanente. No desde un concepto de educación estática, sino desde una educación en movimiento, en continuo proceso de crecimiento.

Para mantener nuestras habilidades de empleabilidad y generar productos/servicios que demanden nuestros clientes, debemos estar en una permanente curva de crecimiento y aprendizaje. Para ello, la educación es el recurso por excelencia. Fundamentalmente para la mujer. Porque, en muchas ocasiones, en varios lugares del mundo no estamos en una situación de paridad. Entonces, la mujer puede destacarse porque tiene talentos increíbles, pero tiene que demostrar que está a la altura de las circunstancias y que tiene las competencias necesarias para poder afrontar todos los desafíos y cambios que nos exige el mercado laboral y la sociedad. 

¿Cuál es el escenario actual del liderazgo femenino en América Latina?

El liderazgo femenino ha venido creciendo en los últimos años, aunque no al ritmo que yo quisiera. Viene, desde mi punto de vista, lento. Los números así lo demuestran. Existe un índice llamado Fortune 500, que mide cuántas CEO mujeres hay dentro de las principales 500 empresas de Estados Unidos.

Siguiendo este índice y para tener un panorama general de la situación de liderazgo femenino en el mundo, en el año 2012 el porcentaje de mujeres CEO en las principales 500 empresas de Estados Unidos era del 4,6%; mientras que en el año 2023 fue del 10,2 %. En efecto, en 12 años crecimos apenas casi un 6%. Es un crecimiento, pero no suficiente. 

Además, hace poco tiempo, Fortune también comenzó a medir la cantidad de mujeres CEO a nivel global en las principales 500 empresas, donde también está incluido Europa. Y allí el índice de mujeres CEO baja al 6%. 

Ésto nos habla de que las mujeres no están en una situación de paridad en la categoría, entre otras, de toma de decisión al nivel más alto de las organizaciones. Pero habla de un camino de crecimiento. En este sentido, la herramienta y el acelerador para saltar varios grados hacia arriba es a través de la formación, es por medio de la educación entre otros factores.  

¿Cuáles son las claves para impulsar el Liderazgo Femenino?

Toda persona que crece en una organización es porque lo demuestra a través de resultados. Entonces se basa no tanto en las condiciones físicas, sexuales, etarias, religiosas, étnicas, etcétera, sino que se evidencia a través del mérito. Los resultados hablan por sí solos de las acciones que tomamos como ejecutivas dentro una organización.

Además, otro factor clave para impulsar el liderazgo femenino, es trabajar mucho hacia adentro de nosotras mismas. La mujer, muchas veces de manera inconsciente, se pone barreras internas para no crecer. Y estas son las barreras más difíciles de romper. Mucho se habla del concepto “techo de cristal”, pero a mi gusta hacer hincapié en el concepto “techo de cemento”, es decir, las limitaciones que las mujeres nos auto-imponemos. Y esto no nos permite brillar y destacarnos. Está siempre presente una dualidad, esta “aparente incompatibilidad” entre la vida familiar y la vida laboral. Sin embargo, por la experiencia de colegas y la propia, se puede, perfectamente, llevar los dos proyectos en paralelo en el continuo de la vida. Exige un gran esfuerzo y dedicación; pero podemos hacerlo, sobre todo si desarrollamos todos los recursos para lograrlo. 

Estoy convencida que tanto la mujer como el hombre, tienen talentos especiales que pueden aportar a la prosperidad de nuestra sociedad. Sería un desperdicio no volcar estos talentos a la comunidad. Para ello es fundamental la formación permanente: En este contexto incierto y cambiante que es el entorno BANI en el que vivimos, estar abiertos al cambio, no temer a lo desconocido y tener el coraje de enfrentar los desafíos y transformarlos en una oportunidad es central. 

Desde la perspectiva del liderazgo femenino, ¿cuáles son los principales desafíos que encuentran las organizaciones hoy? 

El principal desafío que enfrentan las organizaciones es la DEI (Diversidad, Igualdad e Inclusión o por sus siglas en Diversity, equity, and inclusion). En este sentido, en la actualidad, las organizaciones para mantener su prestigio y su estatus deben ser identificadas como pluralistas e inclusivas.

Por ello deben prestar especial atención a las necesidades del mundo. Por un lado, la sustentabilidad, el respeto al medio ambiente, el cuidar nuestro planeta; y a nivel interno, dentro de nuestras organizaciones, prestar mucha atención a la diversidad, la equidad y la inclusión. 

Cuando hablamos de diversidad debemos hacerlo desde una amplia concepción, no debemos pensarlo únicamente desde la diversidad de género; sino también, pensar en la diversidad de capacidades, en la diversidad cultural, religiosa, etaria. La diversidad enriquece a nuestra organización porque los talentos son diferentes. La mayor potencia de la diversidad está en sumar, en complementar, así se produce una sinergia a través de la colaboración desde las diferencias. Si todos dentro de una organización pensáramos igual, no tendríamos una mirada abierta a todas las necesidades de la sociedad. Desde nuestra organización, será difícil responder con productos y servicios si no logramos decodificar e interpretar la diversidad de nuestra realidad compleja, frágil, ansiosa y ambigua de nuestro tiempo.

¿Cuáles son los principales retos de las mujeres para llegar al liderazgo? ¿Cómo enfrentarlos? 

Uno de los principales retos es trabajar mucho la autoestima y la autoconfianza, lo que a su vez implica un profundo trabajo de autoconocimiento. Debemos poder identificar nuestras luces y sombras. Identificar aquellos talentos que son nuestra roca para poder saltar hacia adelante y también trabajar sobre nuestras sombras y debilidades para superarlas.

Los cambios vienen desde adentro hacia afuera. El ascender a posiciones más altas es una consecuencia del trabajo interior de la persona. Y, además, de proponerse metas y objetivos. Percibo en las mujeres millennials la vocación de liderazgo y el ansia de poder en general. 

Sin embargo, no todas las personas tienen vocación de liderazgo. Por ello es fundamental el autoconocimiento y si es la vocación que descubren deben ponerlo como objetivo; luego proyectar su plan de desarrollo personal, que no es plan de carrera, sino es definir cómo ir creciendo y agregar valor a la organización en la cual nos desempeñamos, a partir de las competencias y habilidades necesarias que pueda aportar a la organización. En este camino, siempre habrá obstáculos. Pero la primera barrera , es el límite interior autoimpuesto. 

Además, las mujeres debemos ser curiosas, ávidas de conocimiento. Independientemente del sector en el que nos desarrollemos (sea el de negocios, el educativo, tecnológico, etcétera) es muy importante estar atentas a las tendencias de la industria, en base a ello, detectar qué valor agregado podemos aportar. En este sentido, es muy importante prestar atención a los inventos tecnológicos, la revolución digital y sus efectos en los diversos aspectos de la vida, es decir, debemos ser permeables y adaptables a esos cambios. Tal es así, que las organizaciones, desde los niveles más altos hasta los más bajos, lo que más buscan es esta capacidad de adaptabilidad y flexibilidad ante los cambios. 

En este sentido, la mujer tiene una plasticidad natural para poder adaptarse a estos cambios, si toma conciencia de lo que necesita cambiar a nivel interno para luego aportar su talento a la empresa, la organización y la sociedad.

¿Cuál es el rol de la mujer dentro de la revolución tecnológica?

La tecnología ha beneficiado a la mujer. Las mujeres que llevamos proyectos familiares y laborales en paralelo, sabemos lo que ha implicado la tecnología en la vida del hogar, la enorme cantidad de inventos tecnológicos, desde hornos eléctricos programables, microondas, lavadoras, planchadoras, aspiradoras, etcétera. 

En este sentido, esta potencialidad que genera y que disfruta la mujer desde lo familiar y desde el hogar, debemos aplicarlo a la empresa. En efecto, la mujer debe ver a la tecnología como una gran aliada. Hoy las mujeres deben utilizar la inteligencia artificial,  la inteligencia generativa como un recurso esencial en su ámbito laboral. 

Por lo tanto, las mujeres deben formarse y capacitarse en competencias digitales para facilitar y mejorar su trabajo. En este sentido, las mujeres que busquen liderar equipos, liderar organizaciones, deben tener a la tecnología como una aliada, saber utilizarla al máximo de todo su potencial y por ello es fundamental la formación y la educación. 

¿ADEN es el lugar indicado para la formación del liderazgo femenino en América Latina?

Sin dudas lo es. ADEN desde hace muchos años, en todos sus trayectos formativos incluso en el MBA, viene dándole una gran relevancia a las habilidades directivas y personales como liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, creatividad, innovación. Esta formación esencial para cualquier ejecutivo  que aspire a los más altos niveles de la organización siempre está presente.

Por otra lado, ADEN siempre nos interpela a descubrir nuevos conocimientos. Siempre genera cápsulas con nuevos temas, nuevos programas, siempre nos desafía a explorar lo desconocido y sacar lo mejor de nosotros. ¿Cómo lo hace? Principalmente, incorporando la experiencia práctica a través de ejecutivos que actualmente trabajan en empresas y facilitan los procesos de aprendizaje a los estudiantes. ADEN está imbricado en la vida real de las organizaciones y desde allí aporta su enseñanza con estrategias de aprendizaje pensadas por un faculty internacional formado “en la cancha”, haciendo negocios, tomando decisiones y liderando empresas. 

Sin dudas ADEN es el lugar ideal para formar líderes. A lo largo de los años he visto como muchas mujeres han crecido profesional y personalmente a través de nuestro MBA, Maestrías Especializadas, Majors, Programas Especializados, Doctorados y Licenciaturas. 

Beca Mujeres Líderes: impulsando el liderazgo femenino en América Latina

ADEN te invita a unirte a la Beca Mujeres Líderes, una iniciativa destinada a fortalecer colectivamente el liderazgo femenino en el ámbito empresarial. Un esfuerzo por promover una sociedad más inclusiva y equitativa

Reconociendo la importancia de la colaboración entre géneros para el avance de la igualdad, este programa busca impulsar no solo a las mujeres sino también involucrar a los hombres en el apoyo y reconocimiento del liderazgo femenino.

La Beca Mujeres Líderes ofrece un beneficio del 50% para realizar un Executive Master of Business Administration (EMBA) para mujeres latinoamericanas que desean impulsar su crecimiento profesional y el de sus empresas. 

El EMBA está diseñado para desarrollar habilidades críticas necesarias para enfrentar los desafíos empresariales actuales. 

Solo hay disponibles 10 becas, por país, para América Latina (excluyendo Argentina) hasta el 31 de marzo de 2024.

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