En entornos marcados por la incertidumbre y la transformación constante, el liderazgo se convierte en un factor clave para la sostenibilidad de cualquier organización. Las empresas —grandes, medianas o pequeñas— necesitan líderes capaces de tomar decisiones firmes, adaptarse con agilidad y acompañar a sus equipos con una visión clara. ¿Estás preparado?
Hoy más que nunca, el liderazgo efectivo implica cercanía, escucha activa y la capacidad de gestionar el cambio con empatía. Lejos de los modelos tradicionales centrados únicamente en resultados financieros, el liderazgo actual pone el foco en el impacto humano y social.
“Nadie será recordado por llevarles ingresos a los accionistas. Te recordarán por el impacto que causaste en la sociedad”.
Indra Nooyi, (ex CEO) de PepsiCo.
¿Qué es el liderazgo?
El liderazgo es un conjunto de habilidades que sirven para conducir y acompañar a un grupo de personas. Sin embargo, un líder no sólo es capaz de influenciar en su grupo, sino también de proporcionar ideas innovadoras, y motivar a cada participante a sacar lo mejor de sí.
Según el sociólogo y economista Max Weber, un líder es la persona encargada de guiar a otras por el camino correcto para alcanzar objetivos específicos o metas que comparten, es la persona que guía al grupo y es reconocida como orientadora.
Por su parte Jim Collins, consultor de negocios y escritor, asegura que un líder es una persona simple, sencilla, que se destaca por la humildad y la generosidad pero siempre con una gran ambición de crecimiento. Puedes conocer más en Good to Great: las claves de éxito en liderazgo y negocios, una guía con lecciones que todo emprendedor debe conocer.
Su principal objetivo es formar a futuros líderes capaces de continuar con el crecimiento de la compañía, a esto lo llama: liderazgo de Nivel 5. Ya sea en una empresa, una escuela, una organización social o una pyme familiar, el liderazgo aparece cada vez que alguien asume el compromiso de hacer avanzar a un grupo hacia una meta, potenciando a las personas y no simplemente dirigiéndolas.
¿Qué tipos de liderazgo existen y cuáles son sus características?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el liderazgo siempre es contextual, es decir dependiendo de la empresa, el lugar geográfico y las características culturales en las cuales te encuentres inmerso, deberás tener más cualidades de un liderazgo que de otro. Existen diversas estrategias y perspectivas que los líderes pueden adoptar para guiar a sus equipos hacia el éxito.
La experta en liderazgo, Dra. María Teresa Bistué, desarrolla en su reciente publicación Introducción al liderazgo desarrolla la evolución sobre los estudios de liderazgo. Repasaremos algunos de los más conocidos para que puedas descubrir en cuál te encuentras y así determinar si es necesario generar un cambio.
Autoritario
No acepta la creatividad de su equipo, es rígido, tiende a basarse en el miedo y elimina todo tipo de pensamiento que no vaya con la línea planteada. Es unidireccional: el jefe manda, y los empleados obedecen las órdenes.
Al hablar de fortalezas podemos mencionar una rapidez en la implementación y la productividad, como el bajo costo, aunque todo esto, a corto plazo.
Participativo
Invita a los miembros a trabajar por motivación propia y lograr los objetivos de forma colectiva, destacando el propósito más que el resultado.
Promueve el diálogo entre todo el grupo para tener en cuenta todas las opiniones y visiones sobre la realidad, aunque la decisión final suele recaer en el líder. El business coaching como nuevo modelo de liderazgo nos brinda una infinidad de herramientas.
Esto genera producción de ideas e innovación y es sostenible a largo plazo ya que une a las personas, sin embargo, el impacto en los resultados puede tardar y en muchos casos la figura del líder se ve debilitada.
Laissez-faire
Se basa en la máxima: “deja hacer a tus empleados, ellos saben lo que deben hacer”. Por tanto, el líder laissez-faire no es muy propenso a dirigir a su grupo ni a dar demasiadas instrucciones sobre cómo deben hacerse las cosas.
Es una clase de liderazgo no autoritaria que confía en la experiencia y en la motivación del empleado para llevar a cabo sus tareas y proyectos con éxito.
Carismático
El liderazgo carismático se basa en la capacidad del líder para inspirar devoción, entusiasmo y admiración genuina en sus seguidores. Este tipo de líder transmite seguridad, convicción y energía, lo que genera un compromiso emocional profundo dentro del equipo. Sus palabras movilizan, sus gestos contagian y su presencia influye más allá de los canales formales de autoridad.
Este enfoque tiene raíces en las llamadas teorías del “gran hombre”, ampliamente difundidas en el siglo XX, que sostenían que el liderazgo era un atributo innato: se nacía líder, no se llegaba a serlo. Según esta visión, factores como el carisma, la personalidad magnética o las habilidades naturales definían quién podía conducir a otros.
Aunque estas ideas ayudaron a entender el impacto emocional de ciertos líderes, con el tiempo comenzaron a ser cuestionadas por su escaso enfoque en el contexto y en los procesos de formación, aprendizaje y experiencia que influyen en el desarrollo del liderazgo.
Situacional
es una teoría desarrollada por Paul Hersey y Ken Blanchard, que propone una idea clave: no existe un único estilo de liderazgo efectivo para todas las circunstancias. En lugar de aplicar un enfoque fijo, el buen líder debe evaluar el contexto y adaptar su comportamiento en función de las necesidades del equipo y del momento.
Según este modelo, la efectividad del liderazgo depende de dos factores principales: el nivel de competencia técnica del grupo y el grado de compromiso de sus miembros.
El líder actúa entonces como un observador flexible, capaz de ajustar su intervención alternando entre cuatro estilos básicos:
- Directivo: cuando el equipo necesita instrucciones claras y supervisión cercana. Ideal para personas nuevas o sin experiencia.
- Persuasivo: cuando el grupo requiere motivación, pero aún necesita guía para avanzar con seguridad.
- Participativo: cuando los colaboradores tienen conocimientos, pero necesitan ser escuchados y participar en la toma de decisiones.
- Delegativo: cuando el equipo es autónomo y puede asumir responsabilidades sin supervisión constante.
Este enfoque resulta especialmente valioso en entornos donde los niveles de autonomía, experiencia o motivación pueden variar significativamente entre personas o equipos. Pensemos, por ejemplo, en una institución educativa: no es lo mismo liderar a un grupo de docentes jóvenes en formación que a un equipo consolidado con años de experiencia.
Transaccional
Conocido también como gerencial, se basa en un intercambio o transacción. En este modelo desarrollado incialmente por Bass y Avolio, el líder premia a los trabajadores que realizan sus tareas y castiga a los trabajadores que no cumplen con los estándares establecidos.
Este vínculo se genera así, porque se asume que los individuos no están motivados por sí mismos para realizar sus tareas y necesitan estructura y supervisión.
Un líder transaccional no suele encajar bien en entornos de emprendimiento donde se requiere creatividad e innovación. El liderazgo transaccional suele contrastarse con el liderazgo transformacional.
Liderazgo Transformacional
El experto en Habilidades Directivas, Dr. Roberto Rabouin, publicó en la editorial de ADEN un libro titulado Liderazgo Transformacional, donde explica cómo el líder debe actuar como mediador de sentido para impulsar el compromiso de sus equipos.
Este enfoque, estudiado desde mediados del siglo XX y también profundizado por Bass, ha sido actualizado por distintos expertos contemporáneos. Estos coinciden en que este tipo de liderazgo se apoya en cuatro componentes fundamentales:
- Carisma o influencia idealizada: Capacidad de inspirar confianza y compromiso sin necesidad de ejercer autoridad formal.
- Inspiración motivacional: Habilidad para comunicar una visión poderosa que moviliza al equipo hacia objetivos comunes.
- Estimulación intelectual: Incentiva el pensamiento crítico, la innovación y la resolución creativa de problemas.
- Consideración individualizada: Escucha activa y atención personalizada a las necesidades de cada miembro del equipo, sin caer en el control autoritario.
A diferencia del liderazgo transaccional, que se enfoca en premios y castigos, el liderazgo transformacional promueve la autonomía, eleva las aspiraciones y fomenta metas compartidas.
Los cinco roles clave del líder transformacional
En su obra, Rabouin, Faculty Internacional ADEN, describe cinco roles esenciales que todo líder transformacional debería asumir para lograr una verdadera transformación organizacional:
- Mediador de sentido: Transmite el propósito profundo del trabajo, más allá de las tareas cotidianas.
- Coach: Acompaña el desarrollo profesional y personal del equipo, con una mirada formativa.
- Armonizador del talento: Conecta e integra distintas capacidades para potenciar al grupo.
- Servidor: Prioriza el bienestar del equipo antes que los intereses individuales.
- Arquitecto organizacional: Diseña estructuras, procesos y entornos que promuevan el cambio y la innovación.
Más allá del sector o del tamaño de la organización, el liderazgo transformacional ofrece herramientas para construir equipos sólidos, motivados y resilientes, capaces de adaptarse y evolucionar en un mundo cambiante. Aprende algunas herramientas de liderazgo que te permitirán aumentar su eficacia y mejorar sus habilidades blandas con 4 técnicas para mantener tu equipo motivado.
Liderazgo Agile: La nueva tendencia
¿Y si liderar ya no se tratara de tener todas las respuestas, sino de hacer las preguntas correctas? En tiempos donde lo que hoy funciona, mañana puede quedar obsoleto, el liderazgo tradicional empieza a crujir. De esa necesidad de reinventar la forma de guiar equipos nace el liderazgo agile: una propuesta que no solo responde al cambio, sino que lo abraza como motor de crecimiento.
La Dra. María Teresa Bistué lo define como una respuesta natural a entornos complejos, inciertos y veloces. Inspirado en las metodologías ágiles creadas por desarrolladores de software —y adoptadas ahora por todo tipo de organizaciones— este estilo de liderazgo promueve flexibilidad, autonomía y mejora continua.
En el liderazgo agile, el líder ya no es el jefe que controla cada paso, sino un facilitador que confía en su equipo, elimina obstáculos y genera un entorno donde todos pueden aportar y crecer. La jerarquía cede lugar a la colaboración. El plan rígido se reemplaza por iteraciones cortas con espacio para probar, errar, ajustar y volver a intentar.
Un líder verdaderamente efectivo no solo gestiona tareas o resultados: construye, inspira y desarrolla talento. Conoce más en Liderazgo y capital humano: las claves del empleo de cara a 2030. Puedes ser el agente de cambio en tu organización.
Sirve en tecnología, sí. Pero también en educación, salud, logística, comercio o cualquier organización que tenga que tomar decisiones rápidas, trabajar con diversidad de talentos y adaptarse sin perder el norte. Avanzaremos sobre esta idea en el siguiente apartado.
Las cualidades de un líder en la era digital
En su libro Estilos de liderazgo, Mariano Carniel, especialista en Recursos Humanos, analiza cómo este nuevo entorno ha dado lugar a un liderazgo más flexible, dinámico y conectado con las personas.
Uno de los principales cambios es el paso de estructuras jerárquicas rígidas hacia modelos más horizontales y colaborativos, donde la participación y la toma de decisiones compartida ganan protagonismo.
Por otro lado, la deslocalización de equipos, impulsada por el trabajo remoto y los modelos híbridos, requiere líderes capaces de mantener la cohesión, la motivación y la productividad incluso sin contacto presencial. La comunicación clara, empática y constante se vuelve clave para evitar la dispersión y el aislamiento.
Herramientas como la automatización, el análisis de datos o la inteligencia artificial exigen que el liderazgo se adapte a un entorno donde la tecnología redefine funciones, tiempos y resultados. En paralelo, el surgimiento de modelos de negocio ágiles —inspirados en startups y empresas tecnológicas— promueve culturas organizacionales más abiertas al cambio, al riesgo y a la innovación.
El nuevo perfil del cliente digital, informado, exigente y con hábitos de consumo más volátiles, también obliga a gerentes y emprendedores a mantenerse atentos a las tendencias en liderazgo integral en las empresas modernas.
Las 10 cualidades clave de un líder digital
En este contexto, Carniel, Faculty Internacional ADEN, plantea que un líder digital necesita desarrollar una combinación de competencias humanas, estratégicas y tecnológicas. Algunas de las más importantes son:
- Gestión del cambio y adaptación constante
- Enfoque en el factor humano y el trabajo en equipo
- Visión estratégica apoyada en el análisis de datos
- Capacidad de experimentación y aprendizaje continuo
- Conocimiento profundo del cliente y sus necesidades
- Compromiso con la formación permanente
- Habilidad para gestionar y aprovechar la información
- Búsqueda, desarrollo y retención del talento
- Inspiración en casos de éxito y benchmarking
- Innovación como motor de transformación organizacional
En esta cuarta revolución industrial, el liderazgo transformacional junto con la inteligencia artificial (IA) nos presentan un nuevo desafío para comprender diferentes formas de llevar adelante nuestra gestión y contribuir así a una adaptación constante en un entorno de cambio sin precedentes.
Liderazgo Online: ¿Cómo construir confianza a distancia?
Otro de los puntos más importantes que deben trabajar los líderes del futuro es la capacidad del liderazgo a distancia.
Si deseas explorar cómo adaptar tus habilidades de liderazgo al entorno digital y gestionar eficazmente a tu equipo a distancia, puedes leer la nota sobre “Liderazgo online: 6 claves para gestionar tu equipo a distancia”.
Además de las claves para la gestión, ¿Qué elementos debo tener en cuenta para liderar de forma remota?
Comunicación personalizada
Una de las grandes crisis que están viviendo los equipos a distancia es la dificultad para comunicarse.
Es importante dedicar tiempo para hacer reuniones informativas y directivas, pero también para disfrutar de un momento distendido y creativo aunque sea online.
Comunícate con todo el equipo, pero también de forma personalizada con cada uno. Explica las veces que sea necesario.
No olvides que, por más que te vean a través de una pantalla, debes reafirmar lo que dices y usar mayores recursos lingüísticos porque inevitablemente la pantalla genera muchas veces la pérdida de los recursos corporales.
Sé claro con las tareas y fechas de entrega
Divide las tareas de forma concisa y práctica. Deja espacio para las repreguntas y, antes de determinar ciertas responsabilidades, consulta las disponibilidades de cada miembro.
Lo más importante es nunca darle espacio a la ambigüedad, sin embargo, la misma distancia brinda cierta independencia, por lo que debes fijar con exactitud los plazos de entrega y los resultados que esperas obtener.
Utiliza herramientas digitales para el liderazgo en línea
Descubre cuáles son los canales más adecuados y las plataformas indicadas para poder trabajar. Busca la opción que sea de fácil implementación para los miembros de tu equipo.
Realiza reuniones de capacitación y si alguno de tus colaboradores no posee los equipos de trabajo necesarios intenta dárselos.
Muestra tu confianza en el equipo y reconoce su esfuerzo
La independencia y la distancia que genera el teletrabajo muchas veces produce que nos olvidemos de estar atentos a los logros y al esfuerzo de nuestro equipo.
Nos acostumbramos a recibir mails de confirmación o checklist en verde, pero de nada sirve que cumplan con su tarea si no estamos recordando la importancia de su labor.
Te contamos en primera persona la importancia de mantener la horizontalidad, transparencia y foco en tu empresa con este Business Case de la mano de Francisco Michref, Corp. Affairs & Sustainability Manager en Globant.
Si quieres descubrir más sobre liderazgo y clima organizacional, te invitamos a escuchar a Sandra Saez, Especialista en Recursos Humanos.
Actualización continua del conocimiento
Ya no hay dudas, vivimos en un mundo líquido y la única forma de mantenernos a flote es el aprendizaje continuo, no sólo vinculado a herramientas técnicas, sino a la capacidad de adaptarnos a las necesidades del mercado y las transformaciones sociales.
El liderazgo como motor de éxito implica exactamente eso: Las competencias transversales son las que nos permitirán enfrentar con éxito situaciones que nunca antes enfrentamos
Imaginemos a un gerente en una empresa de tecnología que debe dirigir un equipo remoto en varios países. Las herramientas digitales, los modos de comunicación y las expectativas de los clientes cambian con rapidez. Solo quien invierte tiempo en actualizarse y en desarrollar habilidades blandas puede mantener la cohesión, motivar al equipo y cumplir con los objetivos.
Además, los líderes enfrentan hoy desafíos que no existían hace una década: crisis globales, nuevas regulaciones, cambios culturales y económicos inesperados. Por eso, el aprendizaje constante no es un lujo, sino una necesidad estratégica para anticipar riesgos.
En este contexto, los programas de corta duración pueden ser muy provechosos si se eligen los mejores. ¿Por qué estudiar un MBA? La posibilidad de elegir la especialización que prefieras, será clave si deseas ocupar un puesto de liderazgo en el mundo de hoy.
Fórmate para trabajar con personas
Quienes invierten en su desarrollo en etapas clave —ya sea al comenzar su carrera, al asumir nuevas responsabilidades o durante una transición profesional— acceden a mejores oportunidades y logran desempeñarse con mayor impacto en sus organizaciones.
Si tu objetivo es liderar con sentido y trabajar mejor con las personas, te invitamos a conocer el MBA de ADEN y sus programas académicos en talento humano. Combinan:
- Flexibilidad para profesionales activos, con clases dinámicas, 100% aplicables.
- Enfoque estratégico en liderazgo, cultura, comunicación, gestión de equipos y desarrollo organizacional.
- Mentores y docentes de experiencia internacional, que te acompañarán en el proceso.
- Red de networking profesional, con estudiantes y egresados de toda América Latina.
Ya sea que quieras escalar a un nuevo puesto, actualizarte o reinventar tu perfil profesional, formarte en liderazgo de personas te va a abrir un nuevo nivel de oportunidades.
Preguntas frecuentes acerca del liderazgo en empresas
Es común que quienes ocupan —o aspiran a ocupar— puestos de liderazgo se hagan preguntas clave sobre cómo mejorar su desempeño, potenciar sus habilidades o influir de forma positiva en sus equipos. A continuación, encontrarás un resumen de las más frecuentes.
¿Qué es ser un líder?
Según Luis Elaskar en su libro “Comunicación Interpersonal”, ser un líder implica saber escuchar activamente, comunicar de manera clara y eficaz, comprender el punto de vista de los demás sin ceder necesariamente a sus demandas y ser capaz de reencuadrar situaciones desde diferentes perspectivas para transformar situaciones adversas en oportunidades positivas.
¿Cuáles son las habilidades que debe tener un líder?
Las habilidades que debe tener un líder incluyen saber escuchar activamente observando tanto las palabras como el lenguaje corporal, comunicar ideas de manera clara y comprensible para todos, comprender el punto de vista de los demás sin necesariamente ceder a sus demandas y reencuadrar situaciones desde diferentes perspectivas para transformar situaciones adversas en oportunidades positivas.
¿Cómo influye el liderazgo en la cultura organizacional?
El liderazgo influye en la cultura organizacional a través de la forma en que los líderes se comunican, gestionan y motivan a su equipo. Un líder eficaz establece una comunicación clara y congruente, lo que genera confianza y reduce conflictos dentro de la organización. Además, un líder empático y capaz de reencuadrar situaciones adversas fomenta un ambiente de trabajo positivo y resiliente, lo que a su vez mejora la colaboración y el desempeño del equipo.
¿Qué es el liderazgo para John Maxwell?
John Maxwell define el liderazgo como la capacidad de influir en otros. Para él, el liderazgo no se trata de títulos o posiciones, sino de influir en la vida de otras personas. Maxwell destaca que el liderazgo se aprende y perfecciona con el tiempo, y que la verdadera medida del liderazgo es la influencia. Subraya la importancia de ganar respeto, planificar y guiar al equipo, construir confianza y crecer continuamente como líder.
¿Un líder nace o se hace?
Aunque algunas personas pueden tener habilidades innatas, como carisma o capacidad de comunicación, el liderazgo es una competencia que se desarrolla con formación, experiencia y autoconocimiento. Hoy se sabe que cualquier persona, con la motivación adecuada, puede aprender a liderar.
¿Cómo se mide el éxito de un líder?
El éxito de un líder no solo se mide por los resultados numéricos, sino también por su capacidad de inspirar a su equipo, fomentar el crecimiento individual y colectivo, mantener un clima laboral saludable y cumplir los objetivos sin perder de vista los valores organizacionales.
¿Qué errores comunes cometen los nuevos líderes?
Algunos errores frecuentes son: imponer en lugar de inspirar, no delegar, evitar conversaciones difíciles, comunicar de forma poco clara o actuar con rigidez ante situaciones que requieren flexibilidad. El liderazgo se aprende también a través del error y la mejora continua.