Ética en Empresas Responsables

Ética Empresarial: Clave para Decisiones Responsables y Rentables

Hoy más que nunca las empresas se ven desafiadas a tomar decisiones que no sólo contemplen un impacto positivo en el plano económico, sino que, además, sean éticas y socialmente responsables. 

La ética empresarial tiene que ver con la capacidad de los líderes de incorporar en sus agendas temas clave como la transparencia, la igualdad, la calidad de sus productos, el cuidado del medioambiente, buenas prácticas de desarrollo, entre otros.

Un estudio de Nielsen Company (2018) reflejó que el 66% de los consumidores están dispuestos a pagar más por productos y servicios de empresas éticas, pues la conciencia social comienza a premiar los esfuerzos de estas compañías. 

Son las organizaciones que incorporan la ética en su estrategia empresarial quienes contribuyen a aumentar la satisfacción de sus clientes, reducir sus riesgos operativos y alcanzar una rentabilidad sostenible. En la actualidad, muchas compañías atienden estos temas éticos en su estrategia empresarial, lo que demuestra que es posible hacer negocios de manera responsable y sin comprometer la rentabilidad de la operación.

La ética empresarial como elemento clave dentro de la estrategia 

Las nuevas expectativas de los consumidores, los inversores y de la sociedad en general han contribuido a que las empresas pongan foco en la sustentabilidad de sus negocios, pensando en su reputación y sostenibilidad a largo plazo, donde los aspectos éticos ya no sólo impactan en el plano moral, sino precisamente, en el estratégico.

Las empresas éticas atraen a consumidores conscientes, lo que repercute en un aumento en las ventas, en el bienestar y en la fidelidad de sus clientes. Por su parte, a medida que los inversores prestan más atención a prácticas éticas, las empresas con enfoques responsables atraen este tipo de inversiones sostenibles. Se trata de un círculo virtuoso donde todos ganan.

En relación a ello, el Director General del Instituto de Auditores Internos (IAI), Javier Faleato, afirma que “una cultura ética sólida es fundamental para la consecución de los objetivos y son las empresas, especialmente las que no supervisan el cumplimiento de sus propios valores éticos como organización, las que deben tener consciencia de que la falta de ética puede poner en riesgo la viabilidad de la propia compañía”.

Para contemplar algunos aspectos relacionados a una gestión ética dentro de las organizaciones, se pueden tener en cuenta algunas áreas de gestión:

  1. Responsabilidad social:

    nos habla de la conciencia que tiene la compañía respecto a las decisiones que toma y que pueden afectar de manera directa a la sociedad donde forma parte.  

  • Cumplimiento de las normas legales: este aspecto sienta las bases de un correcto funcionamiento legal, aplicable a todas las compañías, por lo cual podría resultar hasta obvio mencionarlo aquí. Las empresas tienen que cumplir con una serie de normativas y restricciones que son impuestas por el gobierno donde residen, por ello deben asegurarse de que a lo largo de todas sus operaciones no incumpla ninguna ley.
  • Compromiso ambiental: éste es uno de los pilares de las empresas éticas sostenibles e involucra todas las acciones que realiza la compañía y que repercuten positiva o negativamente en el ecosistema, como por ejemplo el consumo y uso de energías renovables, las emisiones de dióxido de carbono, reciclaje, generación de ruido, manejo de desechos, empaques y envolturas biodegradables, entre otros. 
  • Transparencia en los procesos: se trata de dar visibilidad a todos los aspectos implicados en el negocio, contribuyendo a que la compañía se vuelva accesible y transparente para todas las personas y, por lo tanto, más confiable.
  • Liderazgo: un liderazgo ético, inspirador y transformacional contagia, promueve y defiende valores dentro de las organizaciones, consolidando su cultura empresarial para el bienestar de todos los colaboradores y el óptimo desempeño de sus equipos. El liderazgo es el corazón que moviliza la estrategia dentro de las compañías; una empresa ética debe ser impulsada por líderes éticos al servicio de su gente.

“Un buen líder dirige a su equipo basándose en el ejemplo, no pediría nada que él no daría.”

Gandhi

Ética empresarial en números 

Ya en el año 2019 un estudio realizado por la World Compliance Association revelaba que si bien el 89% de las empresas aseguraba fomentar sus valores éticos, sólo 6 de cada 10 evaluaban su cumplimiento.

Algunos años más tarde, un informe de la consultora Deloitte (2023) reflejaba la misma tendencia, siendo que nueve de cada diez de las empresas consultadas consideraban que la ética y la integridad eran valores importantes en su día a día, aunque sólo el 41% contaba con Códigos de Ética para terceros y apenas el 16% gestionaba los riesgos de terceros de forma contínua. 

La encuesta reflejó que el 78% de las empresas consultadas es consciente de que existen riesgos éticos críticos; de este total, un 74% tiene políticas en estos ámbitos,  y ocho de cada diez son las compañías que las hacen públicas.

 

Seguimiento de las estrategias éticas 

Como todas las dimensiones dentro de las compañías, cualquier planificación llevada adelante en relación a estrategias éticas debe contar con una etapa de seguimiento, monitoreo y evaluación de los resultados obtenidos.

La encuesta de Deloitte encontró un dato preocupante a tener en cuenta en este sentido, pues el 34% de las compañías encuestadas no realiza ninguna actividad para medir la percepción de la ética en sus empleados. 

Solo el 22% de los encuestados indicó tener KPIs éticos que comunican de forma extensiva y los utilizan para mejorar sus procesos internos. Asimismo, solo un 5% expone estadísticas de sus canales de denuncias a fin de hacerlas transversales y compartirlas con toda la compañía.

Estos datos ponen en valor la importancia de crear estrategias de seguimiento, bajo un modelo de mejora continua que sea transversal a todos los procesos. En este gran desafío que tienen las empresas, atender a una comunicación clara y asertiva puede ser el punto de partida, seguido por la necesidad de extender el alcance de estos programas éticos a toda la cadena de valor y, también, integrar la ética en la gestión de riesgos de la compañía.

Finalmente, en relación al uso de los datos y la privacidad de la información, la investigación referida anteriormente reveló que estos son otros puntos clave dentro de los retos tecnológicos en torno a la ética y la integridad en las empresas.

Estrategias éticas y sostenibles 

Te dejamos algunos casos de éxito de empresas que están llevando adelante estrategias sostenibles que sirven como fuente de ventajas competitivas:

Estrategia de prevención de la contaminación 

Basadas en introducir prácticas eficientes en las empresas conocidas con las “tres R”: reducir, reciclar y reutilizar. Estas estrategias buscan minimizar los daños medioambientales en origen, complementando así las políticas de control de la contaminación.

ARCOR es una compañía que viene trabajando en los últimos años en un programa de sostenibilidad, apostando a la eficiencia energética y minimizando los impactos que contribuyen al cambio climático global. La empresa incorpora prácticas que contribuyen a la economía circular, donde sus residuos pueden ser aprovechados por otras industrias. Desde el primer momento trabajan para reducir los residuos, clasificarlos en origen y aumentar su reciclado. Por medio de esa iniciativa, la compañía logra que el 92% de los residuos de sus plantas se reciclen o reutilicen.

Uso de tecnologías limpias

Consiste en el desarrollo, fabricación o comercialización de tecnologías cuyo objetivo es mejorar el medioambiente, tales como las energías renovables, la gestión y reciclaje de residuos, el tratamiento de aguas o la movilidad sostenible. 

En 2016, 49 millones de toneladas de residuos electrónicos fueron tirados en todo el mundo, aproximadamente el equivalente a 4.500 torres Eiffel. Sólo en los Estados Unidos, los consumidores se deshacen de millones de libras de productos electrónicos año tras año, donde apenas el 20% de eso se recicla adecuadamente; el resto termina obstruyendo los vertederos y dando lugar a grandes cantidades de productos químicos y residuos tóxicos.

Muchas empresas de tecnología de consumo están trabajando conscientemente para compensar la enorme cantidad de residuos, tal es el caso de la marca FAIRPHONE dedicada a crear smartphones sostenibles y de alta calidad. Recibe regularmente las mejores notas de los grupos medioambientales por sus cadenas de suministro limpias y materiales sostenibles. La compañía utiliza un diseño modular para que su hardware dure el mayor tiempo posible y pueda actualizarse mediante un software, en lugar de hacer que los clientes compren un teléfono completamente nuevo. 

Acciones anticorrupción 

Hablamos del compromiso de las empresas de luchar por la integridad y contra la corrupción, implementando preceptos de buena gobernanza corporativa y combatiendo prácticas ilegales y antiéticas de competencia.

Según el informe “Buenas prácticas anticorrupción”, llevado adelante por Pacto Mundial Colombia, Alliance for Integrity y Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, se distingue como caso de éxito la reconocida firma ENEL, desde donde implementa la campaña #YoLoHagobien. Esta iniciativa contribuye a  potenciar su programa de Cumplimiento y Sistema de Gestión Antisoborno (SGAS), generando concientización sobre la importancia de hacer las cosas bien, mediante 4 comportamientos rectores que definen la cultura ética de la compañía: confianza, honestidad, transparencia e integridad. 

Durante la Campaña #YoLoHagobien, se impulsa la recordación y mensaje a través de actividades lúdicas, videoclips, concursos, charlas con expertos técnicos en Cumplimiento, publicación de contenidos en medios internos y externos, que representan de formas muy cercana y educativa situaciones reales donde la ética se puede poner a prueba y se evidencie a partir de la reflexión que el mejor camino es “Hacer las cosas bien”.

RSE

Es el compromiso activo asumido por las compañías de llevar adelante diferentes prácticas sostenibles para impactar positivamente en el desarrollo de las comunidades.

NESTLÉ ha sido ejemplo en la materia, manteniendo un compromiso de carácter social y buscando influir positivamente en las personas y las comunidades en las que desarrolla sus actividades.

Como ejemplo de RSE, Nestlé cuenta con sus “10 compromisos nutricionales”, por medio de los cuales la empresa ha puesto al servicio de la sociedad sus conocimientos sobre nutrición y su capacidad de investigación, con el objetivo de contribuir a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas. Aunado a ello, sus marcas como NESCAFÉ están procurando tener cadenas de suministros más responsables para cuidar la producción cafetalera en los países que la abastecen.

Desarrollo de productos sostenibles 

Esto genera una preferencia de los clientes al desarrollar productos diferenciados, con buena reputación, debido a sus características de respeto al entorno, así como acceso a proveedores clave.

BIOFASE, una compañía mexicana que nació con conciencia ecológica pura y transparente, intentando dar respuesta a las preguntas: “¿cómo podemos reutilizar los desechos para generar envases y otros utensilios de nuestra vida diaria? ¿Cómo podemos llevar el concepto de reciclaje un paso más allá convirtiéndolo en un negocio que da trabajo, beneficios y ayuda a la gestión de residuos?”.

Éstos fueron los disparadores para que Scott Munguía, fundador y director general de Biofase, pusiera en acción su lucha contra los plásticos, encontrando una alternativa sustentable en un producto muy consumido en México y en el mundo: el aguacate.

En 2019, el consumo medio era de unos 8 kg de aguacate en México, sumado a que el país era el principal productor del mundo con el 80,57% del mercado. Fue entonces que en el año 2012 se abren las puertas de Biofase, una empresa biotecnológica que fabrica un bioplástico a partir de la semilla del aguacate (algo que se considera un desecho agroindustrial). 

La filosofía de Biofase se asienta en tres pilares: productos de la mejor calidad (que sean prácticos y cómodos), tecnología (tienen la patente de la creación de biopolímeros a partir de los desechos de aguacate) y medio ambiente (su huella es mínima ya que crean productos biobasados, es decir, plásticos que proceden de recursos naturales que habitualmente se consideran desechos).

Estrategias sociales 

Se trata de dotar a la plantilla de beneficios sociales y cuidar el desarrollo de los colaboradores, lo cual ayuda a las empresas a atraer mejores empleados por el mismo salario o a trabajadores equivalentes a un menor costo. Implica, por tanto, una ventaja en costes y/o de mejora de la rentabilidad.

SALESFORCE, la empresa de tecnología líder en soluciones de gestión de relaciones con el cliente (CRM), se destaca por su compromiso con el bienestar de sus colaboradores implementando una serie de programas y políticas diseñadas para mejorar la calidad de vida de sus empleados.

Ejemplo de ello es el programa “Ohana” (que significa “familia” en hawaiano), mediante el cual la empresa se compromete a proporcionar a sus empleados un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Ofrecen licencia de paternidad y maternidad pagada, así como días de vacaciones flexibles y opciones de trabajo remoto. Además, Salesforce brinda un programa de bienestar que incluye apoyo para la salud mental, asesoramiento y recursos para ayudar a los empleados a mantener un equilibrio saludable en sus vidas.

La compañía también se preocupa por la igualdad y la diversidad en el lugar de trabajo y ha implementado iniciativas para garantizar un entorno inclusivo y equitativo para todos sus empleados.

El compromiso de Salesforce con el bienestar de sus colaboradores no solo es beneficioso para su fuerza laboral, sino que también contribuye a la retención de talento y al fortalecimiento de su cultura empresarial. 

Ética Empresarial: Desafíos y oportunidades 

Como hemos visto a lo largo de este recorrido, las empresas tienen el desafío de mantener presente la ética dentro de su gestión cotidiana, contribuyendo directamente a la generación de beneficios económicos. La toma de decisiones éticas puede implicar costos a corto plazo, pero estos se van a traducir en beneficios a largo plazo.

La estrategia y ética empresarial son dos elementos que pueden y deben coexistir en el mundo corporativo, van de la mano, ya no es una opción, sino una necesidad en el mundo de los negocios actuales. La combinación de una estrategia sólida y decisiones éticas conscientes puede conducir a un futuro empresarial más prometedor para todas las partes involucradas. 

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