En la actualidad, las organizaciones se enfrentan a una creciente variedad de riesgos legales, fiscales y reputacionales que pueden impactar significativamente en su operación e imagen corporativa. Por tanto, resulta crucial contar con un sólido plan de compliance y contratar a profesionales capacitados para llevarlo a cabo.
El cumplimiento normativo, conocido como compliance, se ha convertido en una estrategia esencial para prevenir riesgos corporativos y legales, y responder a las exigencias de las normas internacionales. A continuación, vamos a explorar qué implica el compliance en una empresa, la importancia de contar con un plan adecuado y la contratación de profesionales idóneos para desempeñar esta función.
Según Jimena Alguacil, Consultora Internacional en Compliance, diversos países han ido incorporando estrategias de compliance a lo largo de los años. Estados Unidos fue pionero en los años 70, seguido por Francia en los 90. En el 2000, Italia adoptó estas estrategias, y en el 2010 fue el turno de España y Chile, siendo este último el primer país de América Latina en implementar normativa de compliance en su legislación interna.
¿Qué significa realmente el Compliance? Se trata de un conjunto de normas y buenas prácticas que impulsan la creación de estrategias para identificar los riesgos operativos y legales a los que se enfrentan las organizaciones.
Este conjunto de buenas prácticas permite incorporar mecanismos internos de prevención, control y protección frente a posibles riesgos.
La clave de estas estrategias es la detección temprana para evitar las estrictas sanciones que están ejerciendo los países alrededor del mundo y así no perjudicar la competitividad de la organización.
Sin embargo, es importante aclarar que no solo son cumplimientos legislativos, sino también compromisos con proveedores, políticas internas, imagen institucional, entre otros aspectos.
Tabla de contenidos
¿En qué consiste un Programa de Compliance?
Se trata de una estrategia integral capaz de prevenir riesgos y eliminar conductas que puedan afectar la reputación de las empresas.
Un Programa de Compliance Corporativo es la gran columna vertebral de esta estrategia, ya que su puesta en marcha permitirá grandes beneficios, tanto internos como externos.
El compliance o también conocido como cumplimiento normativo nos permite regular y prevenir posibles riesgos tanto internos como externos.
Su función principal es garantizar que se cumplan las normativas internacionales, las normas impuestas por los distintos gobiernos y, a su vez, las buenas prácticas institucionales, evitando así multas o penas para la empresa.
El programa de Compliance surge como la estrategia vertebral, la cual consiste en un conjunto de políticas, acciones y diversos controles que se ponen en marcha para tener un modelo de cumplimiento normativo institucional.
Pero aparte de crear mecanismos de prevención que estaremos analizando más adelante en este artículo, otro de sus objetivos es crear una cultura ética, aspecto crucial en tiempos donde los consumidores analizan de cerca “los hábitos saludables” de las empresas.
¿Por qué es importante un Programa de Compliance en una empresa?
Un programa estratégico de compliance permite aumentar la reputación frente a inversionistas, proveedores y clientes, pero más allá del aspecto reputacional, también es un elemento clave para evitar inconvenientes que, en situaciones extremas, pueden llevar a la quiebra a la empresa.
Sin embargo, no solo se trata de “cuidar una imagen”, sino más bien de cumplir con la responsabilidad social corporativa que tienen todas las empresas, la cual se conjuga no solo con el respeto por la ley, sino también en valores como la sustentabilidad y el impacto positivo en el entorno donde se desarrolla.
Evitar riesgos internos y externos aumenta la competitividad y permite procesos de internacionalización sostenibles en el tiempo.
Es en este punto donde el rol del Compliance Officer tiene un valor clave, ya que será su labor la de supervisar el cumplimiento de las normas y la eficacia de los controles internos de la persona jurídica, entre muchas otras tareas.
Pero para entender con mayor claridad la importancia del cumplimiento normativo y la correcta aplicación de un programa de compliance, la World Compliance Association destaca una gran variedad de ventajas:
- Reducción o eliminación de la responsabilidad legal y penal de las empresas en muchos países, al demostrar que disponen de los medios y sistemáticas adecuadas en la gestión del compliance.
- Facilita la detección de malas praxis de directivos y empleados.
- Mejora de la reputación e imagen de la organización, aumentando el valor de la compañía.
- Mejoras organizativas y de control interno.
- Genera confianza en sus propietarios, empleados, inversionistas, clientes y otros socios comerciales, ya que se han implementado controles internacionales.
- Despliegue de un sistema eficaz para detectar las múltiples regulaciones a las que puede estar sometida la organización y sus actividades.
- Disminuye el coste de los seguros. La implementación de programas de compliance permite renegociar el coste de los seguros contratados, una ventaja relevante en sectores como servicios públicos, colegios y universidades, transporte o industria, entre otros.
- Ventaja competitiva en la licitación pública y empresas internacionales.
- Si la organización quiere participar en concursos públicos o firmar contratos internacionales, el hecho de tener un sistema de compliance implementado le pondrá por delante de sus competidores.
- Mitiga el riesgo del fraude interno, a través de un mayor control sobre lo que sucede dentro de la propia empresa, generando así también un efecto disuasorio.
¿Qué elementos debe contener un programa de cumplimiento normativo?
En primer lugar, es importante mencionar que el modelo de programa de compliance no debe ser el mismo para todas las empresas, sino que variará según su tamaño, antigüedad, incluso contexto.
Sin embargo, existen algunos puntos fundamentales que deben existir y que mencionaremos a continuación:
-
Implementación de un código de conducta
Este primer punto exige que la Alta Dirección asuma el compromiso de una estrategia de cumplimiento.
Este código de conducta será el compromiso de toda la empresa y sentará las bases para el programa de compliance. Sus objetivos deben ir acompañados de las metas de negocio.Como efecto, comenzarán a existir de forma consciente y consensuada buenas prácticas que servirán de guía para todos los procedimientos que deban tomar las distintas áreas.
-
Creación de un mapa de riesgos
Otro punto muy importante y por no mencionarlo como el segundo, es la elaboración de un mapa de riesgos, en el cual se determinarán qué acciones o actividades son las que pueden causar problemas en la organización.
No olvidar que se deben contemplar riesgos internos y externos.Existe una triple variable que se suele utilizar en la creación de un mapa de riesgos y consta de tener puntos guía:
• La probabilidad de que se incurra en un delito.
• La gravedad de la pena.
• El daño reputacional. -
Supervisión e implementación del programa de cumplimiento
Este es un punto fundamental para el éxito del plan de compliance. Es aquí donde se deben elegir una o dos personas que se encarguen de supervisar el cumplimiento, dicho equipo estará liderado por el Compliance Officer.
Un detalle no menor es que el Compliance Officer debe tener autonomía y acceso directo a la Alta Dirección. Muchas empresas incluso prefieren contratar a una persona externa para evitar una regulación sesgada.
-
Capacitación y asesoría permanente
Si bien existen varios puntos más que también son importantes, nos parece crucial destacar la capacitación y asesoría permanente, ya que muchas empresas no lo tienen realmente en cuenta.
Es inevitable; para que un programa de cumplimiento normativo perdure en el tiempo es necesario capacitar a los distintos miembros de la empresa permanentemente, así como obtener las certificaciones correspondientes según las necesidades.
Master Online en Compliance: la importancia de contratar al profesional adecuado
La Maestría en Compliance y Gestión de Riesgos ofrecida por ADEN Educational Group, pretende formar especialistas que puedan adelantarse y sortear deficiencias regulatorias y de los sistemas de control y supervisión de muchas empresas, que ocasionarían riesgos para la estabilidad del sistema económico.
El sector financiero clásico y el avance en nuevos ámbitos de innovación empresarial, como las “Startups” o las “FinTechs”, presentan grandes oportunidades de negocios en escenarios donde la desregulación es frecuente. Sin embargo, esta falta de regulación también representa un riesgo para la estabilidad del sistema si no se implementan los mecanismos de control adecuados.
En conclusión, contar con un plan de compliance sólido y un profesional adecuado en esta área resulta fundamental para salvaguardar el buen funcionamiento y la reputación de una empresa. Adoptar un enfoque proactivo en el cumplimiento normativo y ético posiciona a la organización para lograr un éxito sostenible a largo plazo, evitando problemas legales, protegiendo su imagen y manteniendo la confianza de todas las partes interesadas involucradas.
El sector financiero clásico, junto al avance en nuevos ámbitos de innovación empresarial, tales como las denominadas “Startups” o las “FinTechs”, plantean grandes oportunidades de negocios en escenarios donde la desregulación es frecuentemente la pauta habitual y a su vez, un riesgo para la estabilidad del sistema cuando no se ponen en marcha los mecanismos de control adecuados.
En resumen, un plan de compliance sólido y un profesional adecuado en esta área son fundamentales para salvaguardar el buen funcionamiento y la reputación de una empresa. Al adoptar un enfoque proactivo hacia el cumplimiento normativo y ético, una organización se posiciona para alcanzar el éxito sostenible a largo plazo, evitando problemas legales, protegiendo su imagen y manteniendo la confianza de todas las partes interesadas involucradas.